Expedición Cavernas de los Murciélagos, Quintana Roo, México
Fecha: 28 de abril de 1998
Integrantes: Isabel Chinen, Federico Serino
Nota: La disciplina de espeleología subacuática es una actividad
de riesgo. Las cuevas sumergidas constituyen un ambiente cambiante y
de riesgo. Se recomienda iniciar cursos con personal competente y la
utilización de equipamiento homologado y actualizado.
Espeleotemas en Cenote "Dos ojos" al fondo se aprecia una de las entradas |
Un cenote (del maya:
caverna con agua) es una dolina inundada de origen cárstico que se
encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse
derrumbado el techo de una o varias cavidades. El resultado de la filtración de
las aguas subterráneas forma un estanque más o menos profundo. Existen varios
tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta.
La Cueva de los Murciélagos es
un sistema de cuevas con un recorrido señalizado por una “línea de vida” que es
una cuerda por la cual los buzos pueden ir aferrándose a ella como a un cordón
umbilical que nos llevará a la salida en caso de perder la orientación.
Nos dirigimos con Isabel a la
terminal de ómnibus de Playa del Carmen (cuando todavía era un pequeño pueblito
costero) y tomamos un bus de línea hacia Mahaual, al Sur. Entre gallinas y
petates, pudimos acomodar nuestros equipos de buceo y compartimos un viaje muy
alegre con los pobladores locales.
En medio de la ruta el ómnibus se
detienen y el chofer me dice: “Es por ahí nomás…” obviamente no se veía nada mas que selva cerrada…. Pues
hacia allí nos dirigimos.
En una desolada “palapa”, quincho
de techo de paja, nos recibió un
americano de pocas palabras. Su operadora se llamaba “Dos ojos Dive Center”,
ejido Jacinto Pat, Quintana Roo, México. Nos presentó a nuestro guía, Rubén
Novero, Dive Cave Nº 1314, un simpático buzo mejicano con quien iniciamos la
exploración.
Ingresamos por una escalera en un
agujero en el piso que no tenía más de 1 metro de diámetro. Al acostumbrársenos los
ojos a la oscuridad descubrimos una enorme galería con muchos chirridos y
revoloteos por doquier: eran miles de murciélagos (de ahí su nombre) que huían
espantados ante nuestra intromisión.
Nos sumergimos en la transparente
y prístina agua, a una temperatura de 22º C. Recorrimos impresionantes galerías
y recovecos con un tiempo de fondo de una hora con una cota de profundidad
alcanzada de 15 metros.
La satisfacción de lo vivido fue
lo suficiente para comenzar la exploración de otras cuevas subterráneas de la
zona.
Bibliografía:
Biosca, C. Espeleología. Edimat Libros. España. 1999. 187 pp.
Jasisnki, M. La
Espeleología. Editorial Hispano
Europea, Barcelona. 1978. 143 pp.
Progressione 30, Grupo “La Venta”, Societa Alpina di
Trieste, Junio 1994. 120 pp.
Lipps, Enrique, (Com. Pers.)
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