martes, 11 de octubre de 2011

CENOTE 2 OJOS, CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS, CENOTE CHAAKTUM MEXICO

Expedición Cavernas de los Murciélagos, Quintana Roo, México

Fecha: 28 de abril de 1998

Integrantes: Isabel Chinen, Federico Serino

Nota: La disciplina de espeleología subacuática es una actividad de riesgo. Las cuevas sumergidas  constituyen un ambiente cambiante y de riesgo. Se recomienda iniciar cursos con personal competente y la utilización de equipamiento homologado y actualizado.

Espeleotemas en Cenote "Dos ojos" al fondo se aprecia una de las entradas



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Un cenote (del maya: caverna con agua) es una dolina inundada de origen cárstico que se encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse derrumbado el techo de una o varias cavidades. El resultado de la filtración de las aguas subterráneas forma un estanque más o menos profundo. Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta.

La Cueva de los Murciélagos es un sistema de cuevas con un recorrido señalizado por una “línea de vida” que es una cuerda por la cual los buzos pueden ir aferrándose a ella como a un cordón umbilical que nos llevará a la salida en caso de perder la orientación.

Nos dirigimos con Isabel a la terminal de ómnibus de Playa del Carmen (cuando todavía era un pequeño pueblito costero) y tomamos un bus de línea hacia Mahaual, al Sur. Entre gallinas y petates, pudimos acomodar nuestros equipos de buceo y compartimos un viaje muy alegre con los pobladores locales.

En medio de la ruta el ómnibus se detienen y el chofer me dice: “Es por ahí nomás…” obviamente no  se veía nada mas que selva cerrada…. Pues hacia allí nos dirigimos.

En una desolada “palapa”, quincho de techo de paja,  nos recibió un americano de pocas palabras. Su operadora se llamaba “Dos ojos Dive Center”, ejido Jacinto Pat, Quintana Roo, México. Nos presentó a nuestro guía, Rubén Novero, Dive Cave Nº 1314, un simpático buzo mejicano con quien iniciamos la exploración.

Ingresamos por una escalera en un agujero en el piso que no tenía más de 1 metro de diámetro. Al acostumbrársenos los ojos a la oscuridad descubrimos una enorme galería con muchos chirridos y revoloteos por doquier: eran miles de murciélagos (de ahí su nombre) que huían espantados ante nuestra intromisión.

Nos sumergimos en la transparente y prístina agua, a una temperatura de 22º C. Recorrimos impresionantes galerías y recovecos con un tiempo de fondo de una hora con una cota de profundidad alcanzada de 15 metros.

La satisfacción de lo vivido fue lo suficiente para comenzar la exploración de otras cuevas subterráneas de la zona.


Bibliografía:

Biosca, C. Espeleología. Edimat Libros. España. 1999. 187 pp.

Jasisnki, M. La Espeleología. Editorial Hispano Europea, Barcelona. 1978. 143 pp.

Progressione 30, Grupo “La Venta”, Societa Alpina di Trieste, Junio 1994. 120 pp.

Lipps, Enrique, (Com. Pers.)



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