HÉCTOR REFSGAARD y DORITA VILLALONGA, dos adelantados de la exploración
Por Federico Serino, Miembro
del Explorer Club
Conocí a Héctor y Dorita allá por el 94, en un vuelo que realizaba junto a mi colega y amigo, Gerardo Raposo, hacia
Malargüe, en Mendoza. Como nos quedábamos algunos días en la zona, comencé a
averiguar para realizar un reconocimiento a la “Caverna de las Brujas” y alguna otra
cavidad que se encontrara por la zona.
El encargado del aeropuerto me dio el teléfono de dos conocidos
investigadores espeleólogos de la zona: Héctor Refsgaard y Dora Villalonga.
No tuve mas que llamarlos y se vinieron al aeropuerto… tuvimos una amena
e instructiva charla donde me ofrecieron todos sus conocimientos sobre la zona
donde se encuentra la caverna y todos los datos que tenían de la zona del
Sosneado y Los Molles.
El tiempo se pasó muy rápido y quedamos en vernos nuevamente. Pasaron
varios años, y en el 2007 volví a verlos. Mantenían su amabilísima
disponibilidad y su trato afable.
Para mi es un orgullo conocerlos y que hayan formado parte de mis
experiencias.
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Hector Refsgaard, Federico Serino, Dora Villalonga, Aeropuerto Malargüe |
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Hector Refsgaard, Federico Serino, Dora Villalonga, detrás Beechcraft B200 LV- WIO |
DORA Y HÉCTOR REFSGAARD
DOS APASIONADOS POR EL TURISMO
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Hector y Dorita, año 2011 |
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Hector Resfgaard (foto de su web personal) |
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Dorita Villalonga (foto de su web personal) |
Por: Eduardo Araujo. Publicación: Ser y Hacer de
Malargüe
La actividad turística en
nuestra zona se remonta a varias décadas, cuando algunos visionarios realizaron
inversiones en la zona de El Sosneado y Los Molles movidos por el termalismo, a
lo que luego agregaron como complemento el desarrollo del esquí, en condiciones
un tanto precarias si se quiere.
Extractado de : [SAE]
Sociedad Argentina de Espeleologia
Producto de la difusión que esas actividades tenían en el
resto del país es que llegaron por primera vez a nuestro suelo el matrimonio
protagonista de nuestra historia de vida.
Yeo Héctor Resfgaard nació en Buenos Aires el 17 de noviembre de 1924, hijo de
madre inglesa y padre dinamarqués. Tiene un hermano, nacido en Inglaterra,
cuatro años mayor, que vive en Trelew y que por estos días planifica un viaje a
su país de origen para esta a las 11 hs, del día 11, del mes 11, del 11 en
Londres de donde guarda recuerdos imborrables.
Pero volviendo a Héctor hay que decir que siendo muy pequeño su familia se trasladó
de Buenos Aires a Rafaela, Santa Fe, donde el padre se desempeñaba como
mecánico.
“La vieja no me dejó salir de casa hasta los siete años, por lo que yo
solamente habla inglés, cuando fui a la escuela aprendí a hablar en castellano”
recordó.
Posteriormente la familia regresó a Buenos Aires. A los 14 años el joven Héctor
ingresó a trabajar a la empresa Shell donde prestó servicios como traductor de
inglés.
En 1948 tuvo oportunidad de visitar la capital inglesa donde presenció los
juegos olímpicos jugados allí. De ese viaje guarda muchos recuerdos, entre
ellos un banderín firmado por los atletas argentinos que obtuvieron medalla y
un pedazo de llanta de bicicleta de un competidor que rompió su rodado.
“Soy un hombre que ha tenido 40 oficios en su vida, casi siempre relacionados
con el inglés, más precisamente como intérprete” nos dice cuando lo
interrogamos acerca de la forma cómo se ha ganado la vida.
Reconoce que el hablar el idioma materno y el francés han sido fundamentales
para él.
Desde hace 61 años comparte sus días con Dora Villalonga, que nació el 26 de
enero de 1928, en Buenos Aires.
Dorita estudió en la escuela alemana de la Capital Federal,
donde aprendió esa lengua.
Mientras tenían un negocio en Olivos, Buenos Aires, llegó un cliente que los
invitó a conocer el hotel Termas Lahuencó de Los Molles, propiedad de Víctor
García. Una vez que llegaron al lugar se enamoraron de las montañas y, con el
espíritu de aventureros que desde niños ambos tenían decidieron emigrar a
nuestra provincia, estableciéndose un tiempo en General Alvear y más tarde en
nuestro suelo habiendo habitado en Los Molles, Bardas Blancas, Laguna Blanca y
la ciudad, donde residen actualmente.
Radicados en suelo malargüino comenzaron a relacionarse, una vez más gracias a
los idiomas que dominan, con personas relacionadas con el rubro turístico. En
la casa que ocuparon en Bardas Blancas recibieron a cientos de personas que
llegan al paraje a quienes les mostraban piezas del museo que habían ido
formando con objetos de distintos lugares. Guardan fotografías, recortes
periodísticos, escritos, souvenirs y otros objetos que los turistas le fueron
regalando a lo largo de tantos años en el rubro.
En 1988 realizaron el segundo curso de guías de turismo que se dictó en el
departamento a fin de contar con la habilitación correspondiente para
desempeñar la actividad que por años habían realizado de manera amateur.
Durante algún tiempo integraron una asociación de espeleología donde tomaron
contacto, entre otras personas, con José G. Palacios, quien al descubrir una
especie de fauna cavernícola la denominó “Troglospinatheca
resdgaariorum sp” en homenaje a Dora y Héctor que participaron del proyecto
bioespeleológico.
Los Resfgaard son los autores de un mapa turístico de Malargüe que contiene 100
atractivos, mucho de los cuales aún están sin explotar.
Héctor fue elegido concejal en la década de 1990, en representación de
Movimiento Popular Malargüino.
Hace dos años Dorita recibió una distinción especial por ser la guía de turismo
a nivel nacional de mayor edad. Además fue reconocida por su aporte a la
promoción del turismo en Mendoza, por parte de la Secretaría de Turismo
de la provincia.
“El secreto para que tengamos turistas es
atenderlos bien, podemos realizar muchas promociones, y eso está muy bien, pero
si cuando la gente nos visita no somos atentos, hablamos con ellos, les
ayudamos a solucionar los pequeños problemas que se les puedan presentar o no
les damos buena información, es alguien que no regresa más y cuando se acuerde
de Malargüe seguramente no será para bien” dice Dora, a modo de invitación
para que todos tomemos conciencia de la importancia que tiene la industria sin
chimeneas.
Dora y Héctor tienen una memoria prodigiosa, fundamentan cada visita que recibieron,
cada carta que les llegó, cada obsequio que recibieron con las la documentación
u objeto correspondiente. La timidez no es parte de sus personalidades, por el
contrario. Para mantener un contacto más fluido con sus conocidos tienen correo
electrónico y están pendientes del facebook, tal como lo hace cualquier
jovencito de nuestros días.
Al cumplir cumplieron 50 años juntos se casaron por la iglesia católica,
dejando de practicar el luteranismo.
Aunque las agencias de turismo prácticamente ya no utilizan sus servicios son
muchos los conocidos que los llaman cada vez que pisan nuestra tierra para que
los guíen por el extenso territorio malargüino, a lo que nunca ponen reparos
pues sienten que “Malargüe necesita que todos trabajemos para que la gente que
nos visita encuentre mucho más de lo que espera”.