jueves, 15 de diciembre de 2011

CETACEOS: SU POSICIÓN FRENTE AL NUEVO MILENIO

CETACEOS: SU POSICIÓN FRENTE AL NUEVO MILENIO

Por Federico Serino. Miembro de SOLAMAC

 

Fecha: diciembre 1995 

 

Un nuevo siglo está por comenzar, con nuevas expectativas y nuevas perspectivas. En la actualidad miles de turistas recorren el mundo buscando lugares para realizar avistajes de ballenas. Por otro lado los más pequeños disfrutan con las piruetas y malabares que realizan orcas y delfines en los oceanarios y por último están los que todavía creen que los mamíferos marinos son un recurso inagotable de los cuales podemos servirnos y utilizarlos, sin importar si ponemos a las distintas especies al borde de una extinción total. Podríamos también preguntarnos ¿para qué sirven? O ¿por qué hay que salvarlas?

Cuando hablamos de salvarlas o protegerlas no es solamente un mero capricho de un par de locos ambientalistas, hablamos de mantener y conservar el equilibrio de todo el ecosistema marino del cual las ballenas forman una parte importante; por supuesto que es necesario conservar todos los recursos que existen sobre la tierra y el mar.

En esta  última década con el gran adelanto que significó la llegada de material informativo al público en general, el tema fue instaurándose en la gente; así todo, fue bien entrado el siglo XX, cuando la cetología dejó el campo especulativo para aproximarse a la realidad. Los conocimientos que los científicos  tienen de los cetáceos todavía muestran grandes incógnitas. Hay especies que sólo se han estudiado sobre la base de ejemplares varados en muy malas condiciones y otros que sólo se han observado en muy pocas oportunidades. Tampoco se comprende como expresan su inteligencia: no podemos suponer que sean más o menos inteligentes que sus parientes humanos si es que medimos los parámetros de capacidad mental sobre la base de nuestras características. El cerebro humano pesa 1400 gramos y el de una especie de delfín, el Tursiops truncatus (el famoso Flipper), 1700. La corteza cerebral del delfín es mayor que la nuestra. Tiene el doble de circunvoluciones, y del 10 al 40% más de células nerviosas. Con estos datos podemos notar que los cetáceos pueden efectuar procesos mentales quizá más complejos que los nuestros.
La continua reducción en las poblaciones de ballenas está desencadenando alteraciones en los ecosistemas del Antártico, ya se observó que las ballenas Sei (Balaenoptera borealis) alcanzan la madurez mas pronto, al igual que las focas cangregeras (Lobodon carcinophagus) y los leones marinos de la Patagonia (Otaria flavescens). Esto implica que ha aumentado la tasa de reproducción de estos animales o que, por las matanzas, los mismos deben llegar mas prematuramente a la edad de madurez sexual. Se piensa, en el caso de las ballenas, que todos  estos cambios podrían deberse al incremento del krill (Euphausia  superba) ahora que no es comido por  los grandes consumidores: las ballenas Azules (Balaenoptera musculus)  y las ballenas Fin (Balaenoptera physalus) ya que han sido enormemente diezmadas. Esto es uno de los argumentos con los que las industrias balleneras japonesa y noruega justifican el reinicio de las capturas de especies que no tienen reducidas sus poblaciones: ej. ballena Minke (Balaenoptera acutorostrata). Otro probable ejemplo es la disminución en el tamaño de los Cachalotes (Physeter macrocephalus). En su libro The Whale (1972) Jaques Cousteau informó que en los tiempos en que fue escrito Moby Dick, la famosa novela de Herman Melville, los Cachalotes tenían frecuentemente 20 mts. de largo por los años de 1890. La disminución de talla en esta especie se debería a la extracción de los individuos mayores. Ahora... ¿qué ocurre con la estructura genética de una población si los ejemplares más grandes son exterminados? ¿Es posible que en un período relativamente corto, una selección tan intensiva podría dar lugar a  Cachalotes más pequeños?

Muchos científicos opinan que es extremadamente improbable que las especies severamente mermadas recuperen sus niveles anteriores. Aún para la ballena Franca Austral (Eubalaena australis), la tasa de aumento de aproximadamente un 7% anual es muy baja, y si a esto le agregamos que cuando abandonan las aguas jurisdiccionales Argentinas nadie las protege y que quedan a merced de los balleneros piratas que las esperan en mar abierto, podemos ver lo complicado que es efectuar medidas de conservación para estas o cualquier especie que se halle en peligro de subsistencia por efecto de la interacción con humanos.
Cada especie animal o vegetal del planeta realiza funciones únicas y específicas que están intrínsecamente relacionadas con su lugar dentro de los ecosistemas o biomasas de las cuales depende nuestra supervivencia. No sabemos como puede afectar a  nuestra existencia la falta de alguna de éstas, a corto o largo plazo. Si evaluamos que la tierra hace mas de 4.500 millones de años que esta evolucionando constantemente, y que el hombre en el corto e insignificante período de unos 6.000 años contribuyó a los grandes problemas ambientales con que ingresamos al siglo XXI, el tema es realmente muy preocupante.

Los cetáceos, como todos los organismos que viven en el mar, incluso los que nos alimentamos con los mismos peces que comen ellos, estamos expuestos a otros tipos de peligros: la contaminación de ríos y océanos. Este gravísimo problema se origina en el descontrolado vertido de basura no degradable, residuos cloacales, metales pesados, desechos nucleares, insecticidas y herbicidas utilizados para el control de plagas y malezas... en definitiva cualquier objeto que no sirva o sobre o no sepan dónde guardarlo termina en el agua. Evidentemente el gran crecimiento de la población hace que también crezcan sus desechos, pero debemos indefectiblemente controlar estos vertidos para cuidar la salud de nuestras aguas. Los cambios producidos en los ecosistemas aunque parezcan muy pequeños crean un impacto excesivo sobre las distintas especies que lo habitan. Esto es debido a la destrucción de hábitats naturales lo que eliminó al predador principal de muchas especies; como ejemplo podemos citar al mosquito que produce la malaria (Anopheles sp) o el dengue (Aedes aegypti). De allí surgió la necesidad del uso de insecticidas. A su vez los mosquitos han ido desarrollando distintos métodos de inmunización lo que ha llevado a la industria a desarrollar productos cada vez más efectivos, desde la 1ª generación de insecticidas sintéticos (organoclorados como el DDT) a principio de siglo, hasta la 5ª (reguladores de crecimiento HJ-Metropene) en el presente. Todos estos productos se filtran hacia las napas de agua y a los ríos subterráneos y en definitiva van a parar al mar, aquí son  absorbidos por algas y organismos planctónicos que son parte de la cadena alimentaria de otros animales. Los que están en el tope de esta cadena van recibiendo todos los contaminantes acumulados y en el caso de los mamíferos marinos sus sistemas inmunológicos se ven altamente dañados. Este ejemplo lo podemos trasladar a los humanos que también utilizamos los recursos del mismo mar...  Bien, seamos egoístas y por lo menos mantengamos vivos a los cetáceos para darnos una clara idea del estado de salud de los océanos,  lo cual redundará en nuestro propio bienestar.

Los preocupantes asuntos relacionados con la matanza de ballenas no son  de éstos últimos tiempos, diríamos que casi desde el inicio de las capturas se estableció que sin un efectivo control  ninguna especie podría soportar una merma tan grande en su número. En el año 1324 aproximadamente los esturiones y las ballenas fueron declarados “peces reales” por los reinos de Inglaterra, Gales e Irlanda. En 1821 los rusos expulsaron a los balleneros extranjeros del mar de Bering y en 1931 se formó la “convención para regular la caza de cetáceos”   Estas y otras medidas a lo largo del tiempo llevaron a la creación de la “Comisión Ballenera Internacional” (C.B.I.) de la que ya hemos hablado. En realidad la Comisión siempre estuvo formada por países interesados en la caza comercial y no en la conservación de los mismos, aunque realmente es el único organismo en que se pueden discutir estos temas y de donde han salido las moratorias de capturas y la creación de los “santuarios oceánicos” donde no pueden ser explotadas. Ya que La  Argentina pertenece a dicho organismo aprovechemos este recurso enviando gente idónea a las reuniones de la C.B.I., que puedan opinar  con formación, conocimientos y sin falsos eufemismos, y afrontemos que nuestras ballenas no son sólo un recurso turístico para ser observado de abril a diciembre.

 Recordemos el año 1984 cuando la reunión anual de la CBI se realizó en Buenos Aires, en ese momento el Dr. Eduardo Iglesias era reelegido como presidente de la Comisión y se acordó la moratoria de las capturas para el año siguiente. Por ese entonces se discutía si la Comisión servía para proteger a las ballenas o sólo salvarlas de su extinción comercial. O sea, que comenzamos el nuevo milenio con los mismos problemas mientras los cetáceos siguen soportando la presión de las capturas. 

En un artículo publicado en el periódico The Times, el lunes 25 de junio de 1973 se redactó una carta abierta a la CBI donde se informaba que cada 20 minutos se sacrificaba una ballena y se preguntaban si era realmente necesaria esa carnicería. Mencionaba que desde el año 1946 en que se creó la comisión, los estamentos de la misma fueron salvaguardar los grandes recursos de la naturaleza para las generaciones futuras, y que se debería dictar una moratoria para las especies mas explotadas. La única justificación que se encontraba para matar ballenas era utilizarlas como recurso proteico para personas hambrientas, pero eran pocos los países que importaban carne de ballenas para consumo humano. Mencionaba también que los controles de captura se basaban en las cifras mas optimistas de las poblaciones de ballenas, cuando el único procedimiento razonable hubiera sido la precaución.

En esos momentos la investigación se realizaba sobre los ejemplares muertos por los balleneros, pero los estudios sobre poblaciones vivas servirían para efectuar comprobaciones sobre estructuras de población y migraciones (hoy sabemos que son animales altamente sociables con complejas estructuras familiares).
Los métodos para matarlas eran calificados de bárbaros. El arpón de púas, de 73 Kg, explotaba dentro de ellas matándolas en un período que oscilaba de una a tres horas.
Como corolario, el artículo hacía referencia a que el hombre no tuviera ya la necesidad de seguir matando ballenas, y que en nombre de la dignidad humana se debería detener la matanza, por lo menos hasta que se probara que los productos derivados de las ballenas fueran esenciales para la supervivencia humana, o que se inventara una técnica de captura humanitaria.

Esta carta fue firmada entre otros por el Príncipe Bernardo de Holanda, el Duque de Edimburgo, altas personalidades de organismos conservacionistas de la época y por el famoso Comandante Jacques Ives Cousteau por entonces miembro de la asociación Amigos de la Tierra. 
Quizá el mundo pueda seguir adelante sin los cetáceos; quizá no, pero no es el tipo de cosas que uno quisiera conocer empíricamente. Si después de haber matado a todos los cetáceos nos damos cuenta que el  planeta no funciona bien sin ellos ya será demasiado tarde, porque no podremos crearlos de nuevo.


BIBLIOGRAFIA Y FUENTES
Salvad las ballenas, Asociación Amigos de la Tierra
Cursos y Conferencias dictadas en el Museo Arg. de Ciencias Naturales
AGRADECIMIENTOS
A  Hugo P. Castello, del dpto. de mamíferos marinos del MACN,  por la revisión del texto

lunes, 12 de diciembre de 2011

Relevamiento de animales varados en la costa bonaerense



Recorrido de costas Bonaerenses para estimar estado de poblaciones de diferentes animales


Por Federico Serino, Presidente de la Asociación Amigos del Museo de Ciencias Naturales


 Fecha: Marzo 2003

Entre los días 22 y 23 de noviembre del corriente año (2003), como parte del “Proyecto Planeta Azul” de la Asociación Amigos del Museo de Ciencias Naturales, se efectuó el recorrido y patrullaje de una gran extensión de playa de la costa Bonaerense. El trabajo de campo se realizó prestando colaboración al Lic. Pablo Bordino, Presidente de la Fundación Aquamarina y miembro de la Asociación, para realizar actividades relacionadas con el denominado “Proyecto Franciscana”. El objetivo de dicho proyecto es evaluar la captura incidental y el enmallamiento en redes de pesca sufridos por un pequeño cetáceo que habita las aguas de nuestras costas llamado delfín franciscana (Pontoporia blainvillei).
Se encontraron también diferentes tipos de especies (listados a continuación) lo que nos permite evaluar diferentes aspectos de la biología y los peligros a que se enfrentan dichos animales.
Las conclusiones de dicho trabajo serán expuestas en sucesivos boletines o en los cursos a dictar en el año 2004
Agradecemos al Lic. Pablo Bordino, la Médica Veterinaria M. Pía Biondini y a la Srta. M. Fernanda Zapata por el gran trabajo realizado y el entusiasmo con que desarrollaron sus tareas.


Recorrido de las Costas de la Pcia. de Buenos Aires– 22 y 23 de noviembre de 2003

Mapa con recorrido

Carta Aeronáutica OACI Escala 1:1.000.000, Dirección de Tránsito Aéreo, Fuerza Aérea Argentina 1985. En rojo están resaltados los faros entre los que se realizaron los recorridos


1º Recorrido 11 km. al N de Pinamar
3 lobos marinos
2 petreles (estado: en descomposición)
1 pato (estado: avanzada descomposición)
1 bigua (estado: en descomposición)
1 Franciscana (Pontoporia blainvillei) (estado: solo esqueleto)

2º Recorrido 50 km al S de Pinamar pasando el Faro Querandíes
 1 franciscana juvenil lactante macho de aprox. 80 cm .Tenía faltante masa muscular del lado derecho, sobre la aleta pectoral. 
aproximadamente 4 lobos (estado: algunos en avanzada descomposición, otros sólo el esqueleto)


3º Recorrido desde Pinamar hasta Mar de Ajo
Aproximadamente 8 lobos marinos  (estado: algunos en avanzada descomposición, otros sólo el esqueleto)
1 esqueleto de cetáceo completo, sin cráneo (material que se extrajo un par de vértebras lumbares) (estado: sólo el esqueleto)
1 franciscana hembra de 145 cm, (con marcas de red),  con feto de 74 cm (material que se extrajo: músculo PO103, dientes, contenido estomacal – otolitos,  picos de calamar y parásitos-)
(estado: recientemente muerta)



De izq a der: María Pía Biondini, Federico Serino, Pablo Bordino e hijo


Toyota Ale Cammareri, gran colaborador de Amigos del Museo



Ejemplar de lobo marino de un pelo (Otaria flavescens)



Federico Serino con ejemplar de Petrel (Macronectes giganteus),



Ejemplar de delfín franciscana (Pontoporia blainvillei) con feto no nato



Feto de Pontoporia (en resguardo de Fundación Aquamarina)


Feto de Pontoporia

Izq a der: Fernanda Zapata, M Pia Biondini, Federico Serino, Bordino Jrs.



Recorrido del 27 de junio de 2006

Recorrido efectuado en junio del 2006 por el Lic. Hugo P. Castello,  la Dra. Marcela Junín y Federico Serino. Laboratorio de Mamíferos Marinos, Museo Arg. de Ciencias Naturales, "Bernardino Rivadavia"

Se encontraron sobre la playa, cuatro ejemplares de tortuga laud (Dermocheliys coriacea) separados aproximadamente 400 metros cada uno. El "raro" varamiento, posiblemente sea debido a que los animales estaban muertos en un barco pesquero que los podría haber desechado ante una inspección. Si bien se han efectuado avistajes de carcazas en otros relevamientos, es raro encontar cuatro juntos en tan corto espacio de lugar.




Dra Marcela Junin, Lic, Hugo Castello sobre los restos del Karnak, varado en Pta Médanos.

N del A: El Karnak es un vapor alemán de 77,68 metros de eslora y pertenecía a la compañía Kosmos de Hamburgo. Varó al Sur del Cabo San Antonio (Pta Médanos) el 23 de enero de 1878. (ver bibilografía)

Ejemplar de tortuga laud (Dermochelys coriacea)





Ejemplar de delfín franciscana (Pontoporia blaivillei)



Tortuga laud (Dermochelys coriacea)
Es la mayor de todas las tortugas vivientes, alcanzando una longitud de 2 metros y un peso de más de 600 kilos


otra vista










Federico Serino, Marcela Junin



Detalles de pilosidad en la lengua de tortuga laud


Feto ejemplar familia balaenidae (Colección Museo Ciencias Naturales de la Plata). Agradecimiento Lic Gerardo Leotta




Montaje de esqueleto de lobo marino de dos pelos  

Los dos ejemplares a continuación fueron colectados y preparados en cajones de pesca plásticos o simplemente "basura", encontrados en la playa.
Se reciclaron dichos cajones y se utilizó lombricompost creado con basura orgánica, restos de la comida diaria.

La tarea de limpiar las playas de las toneladas de desperdicios que tiran los barcos y los turistas, es un trabajo obligado de todos los que queremos un mundo mejor para nuestros hijos... los míos ya colaboran juntando la basura que tiran otros  y me ayudaron a montar los esqueletos.

Federico Serino, Presidente Asociación Amigos del Museo

Lobo Marino de dos pelos. Subantartic fur seal
Arctocephalus australis
Macho juvenil. Punta Médanos, costas de Buenos Aires. 22 de set 2005
S37 02. 479  W056 48.068
Por Federico Serino, Isabel Chinen, Fernando Urbano, Dolores Serino, Nicolás Serino

Montaje del esqueleto


Ejemplar terminado



Montaje de esqueleto de Pontoporia blainvillei, Delfín Franciscana

Ejemplar macho adulto, (1,56 mts.)

Punta Médanos, Buenos Aires, 12 nov. 2004

Colectado y montado: Federico J. Serino. Fernando Urbano

Colaboró: Dolores N. Serino, Hugo P. Castello


Avistamiento del ejemplar

Estado de la carcaza


Esqueleto montado

Otra vista




 

Exhibición de ejemplar de calderón o delfín piloto (Globicephala melas)en centro comercial

Con el trabajo del Lic, Hugo Castello, la Dra. Marcela Junín, María Fernanda Zapata, Federico Serino y el paleoartista Fernando Spinelli, se montó un ejemplar de calderón o delfín piloto (Globicephala melas) de un varamiento masivo ocurrido en Bahía Bustamante, Chubut, y se realizó un mural de la misma en el barrio de Saavedra

Agradecimientos. María Pía Biondini y Marcelo Bertolloti


Federico Serino, laboratorio de mamiferos Marino del Museo Arg. de Ciencias Naturales preparando un calderón (Globichepala Melas) que fue expuesto en la tienda EASY


Dra. Marcela Junín, Fernando Spinelli




Mural terminado en el barrio de Saavedra, hoy ha sido lamentablemente tapado por graffities 




El paleoartista trabajando






Izq. a der.Marcela Junin, Fernando Spinelli, Federico Serino




BIBLIOGRAFIA:
 
Brownell, R. L., Aguayo, L. A. and Torres, N. D. (1976) A Shepherd’s beaked whale, Tasmacetus Shepherdi, from the eastern south  Pacific. Sci. Rep. Whales Res. Inst. 28, 127- 128

Carwardine, M. (1995) Whales, Dolphins and Porpoises, The visual guide to all the worlds cetacean. Dorling Kindersl
       Ltd. 255

Castello, H. (1996) An introduction to the Whales and Dolphin. The conservation of Whale and Dolphin. 22p.

Cousteau, J. I. and Paccalet, I. (1988) La planete des Baleines. The Cousteau Society, 280p.

Durandeu de San Gil, L.R. (1994) Ballenas y Delfines. Bios Ediciones , 153p

Goodall, R.N.P. (1978) Report on the small cetaceans stranded on the coasts of  Tierra del Fuego. Sci. Rep. Whales Re Inst. 30, 197-230

Junín, M. (1991) Estado de conservación de los Mamíferos Marinos del Atlántico Sudoccidental: 103-104 PNUMA, 250 p

Matthews, L.H. (1978) The Natural History of the Whale. Columbia University Press, NY, 219p

Mead, J. G. and  Payne, R. S. (1975). A specimen of the Tasman beaked whale, Tasmacetus shepherdi, from Argentina. J.Mammal. 56, 213-21

Lichter, A. and Hooper, A. (1984), Guía para el reconocimiento de cetáceos del Mar Argentino. Fund. Vida Silvestre  96p.

Oliver, W.R.B. (1937), Tasmacetus shepherdi: A new genus and species of beaked whale of New  Zealand . Proc. Zool. Soc.London Ser. B 371-381, pls.I – V

Pisani, A. (1987) La Fantasía del Naufragio. Edivern, Buenos Aires.. 221 pp.

Ringuelet, R.A. y Aramburu, H.R. (1960) Peces marinos de la Rep. Argentina. Ministerio de Asuntos Agrarios. 141p

The Blue Planet, Wildlife Magazine, BBC, sep. 2001; 16.

van Helden, A. (1994), Rare Beaked Whale Strandings. Seafood New Zealand. Oct. 95-96

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                    Mammalogy, 57 (2): 415.

.Würtz, M. and Repetto, N. (1998), Guide to the biology and behavior of cetaceans. Thunder Bay Press, 167p. 
   





jueves, 8 de diciembre de 2011

EXPEDICIÓN AL PANTANAL, Base Corumbá Brasil


EXPEDICIÓN AL PANTANAL, Base Corumbá Brasil

Fecha: 1 de junio de 1998

En uno de los vuelos que realizábamos por Sudamérica, recalamos en Corumbá, Brasil. Nos dirigimos hacia el puerto local con mi colega y amigo Gerardo Raposo, para embarcarnos en un viaje a través del Río Paraguai, afluente del inmenso Amazonas en el Pantanal o el Gran Pantanal, llanura aluvial que cubre la parte más occidental de Brasil, algunas partes de Bolivia y de Paraguay.

El "viejo" B200, LV- WIO con el que tantos destinos realicé


Luego de dejar a los pasajeros y realizar los trámites migratorios y de aduana con la “Infraero” o policía aeronáutica brasileña, dejamos todo cerrado y tapado y nos fuimos directo para abordar la embarcación que nos llevaría en el recorrido por el Río citado hacia las inmensidades del pantano subamazónico.

Embarcación para realizar la expedición

Los enormes motores diesel que las motorizan



La idea hubiera sido realizar un buceo en las aguas del río pero fue imposible conseguir equipos y mucho engorro llevarlos desde Baires.

En el puerto se respira samba, movimiento y verde Brasil por todos lados… la variedad de pescados en el mercado local es enorme (por lo menos lo era a la fecha de realizar este viaje 1998. N del A) y la sopa de piraña esta a la orden de cualquiera que quiera aumentar su “virilidad”.

Pirañas, según los pescadores locales, "aumentan la virilidad"



Una de las especies de piraña con la que se prepara una sabrosa sopa

Grandes cantidades de Pacú


Paisajes increíbles, las márgenes del Mitico Rio Amazonas y su brazo le Paraguaí



Federico Serino


El paisaje es exuberante, casi diría obsceno en cuanto a verde, naturaleza y fauna: Las anacondas, yacarés, el yaguar, el pecarí, el tapir y la nutria gigante del río, el tucán y el guacamayo, entre muchos otros, hacen su hogar en el Gran Pantanal.

Un atardecer alucinante


Los animales aparecían y desaparecían al instante, sólo un experto fotógrafo los podría retratar


Por momentos el río se vuelve color marrón, pero en general hay visibilidad para bucear








El lugar fue visitado por el Capitán Cousteau en el año 1984, esto encendió mi imaginación de niño y soñé siempre con estar allí… la emoción de vivirlo en persona fue indescriptible…





La rivera,  Corumbá, Brasil


El puerto de Corumbá, Brasil


La embarcación llendo a su destino



Bibliografía:

Cousteau, J. I.; Richards, M. El viaje de Cousteau por el Amazonas. Ed. Mateu Cromo. Madrid. 1984. 227 pp.

BALLENAS: ¿SE REINICIA LA MATANZA?



                                      BALLENAS: ¿SE REINICIA LA MATANZA? 
   Por Federico Serino 
   Miembro de Solamac 
   Dive Instructor ACUC

Fecha: Junio 1998

Desde la moratoria acordada por la ahora proclamada “COMISIÓN INTERNACIONAL DE LA BALLENA” (IWC) en el año 1986, donde la prohibición total de caza fue el eje de la reunión, vemos que las cuotas asignadas para las capturas científicas (permisos de captura que tienen ciertos países para estudios científicos) fueron sistemáticamente violadas y aumentadas.

Haciendo un poco de historia, el primer registro de caza de ballenas se remonta al año 2000 a. C., donde ciertos aborígenes de la península de Florida se acercaban a las costas para atrapar a los cetáceos; las capturas las realizaban tapando sus respiraderos y ahogándolos.

En esta etapa podemos denominar las capturas como caza de subsistencia, pero a partir del siglo X con los pueblos Vascos de la bahía de Vizcaya, se inicia la caza comercial con la persecución en lentos botes de la llamada ballena sarda o vasca (Eubalaena glacialis).
En el siglo XVI, los ingleses y holandeses aprenden y mejoran las técnicas balleneras, como consecuencia se produce una gran disminución en la población de ballenas francas. Otra nefasta invención nos deja el año 1865 con la creación del arpón mecánico, del cual existen dos tipos: el primero es el llamado “arpón frío” que causa la muerte por impacto o por desangrado del animal; y el “arpón explosivo” que al tener una punta detonante mata rápidamente a la ballena, con una alta destrucción de grasa y tejido.

La historia de desdichas y matanzas nos trae al año 1931, con la reunión de países interesados con la explotación ballenera (Francia, Noruega, Inglaterra entre otros), donde forman la “Convención para Regular la Caza de Cetáceos”.

Una de las primeras medidas impuestas fue prohibir la caza de la ballena franca (E. australis y glacialis) y gris (Eschrichtius robustus); limitar la captura de cetáceos en determinadas zonas y prohibir la caza de ballenas azules (Balaenoptera musculus) y ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) en la Antártida.

Cronológicamente a partir de 1946, donde 19 países incluyendo a la Argentina, se reúnen en Washington para crear la “Comisión Ballenera Internacional”(IWC), donde se acuerdan cuatro puntos fundamentales:

1. Proteger a las crías de todas las especies.
2. Limitar científicamente el número de ejemplares capturados.
3. Crear reservas integrales.
4. Prohibir toda captura de animales que pertenezcan a especies en peligro.

1962: Acuerdo sobre la protección total de stocks de ballenas azules (B. musculus) del Indico -Atlántico.
1972: Prohibición total de captura de ballena fin (Balaenoptera physalus).
1975: Métodos matemáticos para determinación de poblaciones. Se propone la interrupción total de las 
           capturas, la cual no fue aceptada.
1980: Prohibición de la utilización del arpón frío, excepto para ballenas minke (Balaenoptera
          acutorostrata). Este método dejaba un saldo de un 6% de animales que morían en el acto, y el resto
          sufría una lenta y terrible agonía antes de morir.
1981: Prohibición del arpón frío para ballenas minke (B.acutorostrata).
1982: Primer moratoria que tenía en cuenta la no captura de poblaciones costeras y antárticas.
1986: Moratoria total.

En resumen, esto es lo que sucedió. Pero... que es lo que está pasando realmente en la actualidad?
Desde el año 1993  el número de capturas anuales con fines científicos se ha incrementado. Al principio  con unas pocas ballenas aquí y otras pocas allá... . La realidad es que nos  encontramos con un aumento desmedido en los cupos fijados, y los supuestos ejemplares de estudio terminan en las góndolas de los supermercados para el preparado de diferentes platos gastronómicos.



Veamos un cuadro refiriéndonos a este hecho:

                             CAPTURAS ANUALES


  

AÑO

APROBADAS POR IWC

NORUEGA

JAPÓN

TOTAL


1995
388
218
330
936
1996
388
382
440
1210
1997
388
503
540
1431
1998
388
671
+ de 540
+ de 1.594

En este cuadro no se incluyen a Canadá y las tribus de Alaska que tienen una cuota asignada como capturas de supervivencia.
Los números son referidos a ejemplares de ballena minke (B.acutorostrata) que es la especie que menos a sufrido la caza comercial y que según estudios científicos ha visto incrementado su número total en aproximadamente 750.000 ejemplares, al ocupar el nicho alimentario dejado por otras especies de cetáceos altamente perseguidos. Este argumento parece ser el eje de las discusiones en que se centra la petición de reinicio de las capturas comerciales por los países que siguen teniendo intereses en la comercialización de productos de la industria ballenera.

También existe la problemática actual de la competencia legal de la CBI para manejar o administrar a los llamados pequeños cetáceos. Muchas de estas especies aparecen dentro de las 200 millas de los mares territoriales y algunos países piensan que son más apropiadas las reglamentaciones locales o regionales. Ciertamente hay una gran necesidad del manejo adecuado de estos animales, muchos de los cuales están bajo la amenaza de capturas directas o indirectas por la industria pesquera, o bajo la amenaza de la contaminación.

Desde 1993 Japón quiere levantar la moratoria impuesta por la comisión. Durante el desarrollo de las reuniones de Kioto (1993) y México (mayo  de 1994) se ha intentado presionar para que esto ocurra, contando con el apoyo de los votos de ciertos países insulares centroamericanos que los canjearon por una supuesta “ayuda humanitaria”.

En los últimos años afortunadamente ha habido una disminución en la utilización de productos derivados de la industria ballenera. Aun así los países decididos a capturar ballenas con fines científicos luchan por la colocación en los mercados de carnes y aceites; viéndose incrementado este negocio por una gran cantidad de balleneros clandestinos que surcan los mares en busca de presas.

En el futuro las reglamentaciones de normas concernientes a la protección de cetáceos y la aceptación de dichas normas por parte de los países disidentes será el corolario final acerca de este preocupante tema de conservación.



Federico Serino
Miembro de Solamac
Rescue Diver PDIC


Bibliografía-fuentes
·         Material de divulgación del departamento de conservación de la Fundación Cethus.
·         Internet: “Whales on the Net” (16/06/98)
·         Conferencia sobre explotación y conservación  de ballenas. Alexandre Zerbini. Dpto. de Zoología Universidad de San Pablo.

Agradecimientos: A Hugo P. Castello del departamento de mamíferos marinos del Museo Argentino de Ciencias Naturales, por la revisión del texto.




Anexo:
La  masacre de cetáceos  en las Islas Feroe  (Dinamarca) se realiza cada año como una ceremonia de iniciación para los adolescentes que llegan a la adultez. En esta “tradición”, los jóvenes matan anualmente unos 900 calderones (Globicephala melas )y delfines del Atlántico

Uno de los argumentos de los feroneses para defender la actividad, es la obtención de recursos principalmente nutricionales en una geografía que es poco apta para la agricultura o cría de animales. Sin embargo, estudios realizados en calderones varados en las Islas Británicas demostraron los altos niveles de metales pesados (como plomo y cadmio) encontrados en la carne de estos animales, transformándose en un grave riesgo para la salud del consumidor


 

Sangre de los cetáceos luego de la masacre (Foto cortesía Marco Paoluzzo)


"Chapoteando" en un mar rojo (Foto cortesía Marco Paoluzzo)

       Con ganchos atraviesan la cabeza de los animales aun vivos (Foto cortesía Marco Paoluzzo)


Los animales mansamente entregados a la carnicería (Foto cortesía Marco Paoluzzo)


Procesamiento de las víctimas (Foto cortesía Marco Paoluzzo)

Se los lleva a la costa para procesarlos (Foto cortesía Marco Paoluzzo)


Nuevamente... un mar de sangre (Foto cortesía Marco Paoluzzo)

La gente observa su tradicional masacre (Foto cortesía Marco Paoluzzo)

Fuente: The Explorer Journal. Summer 2007. Peacefully, Watching The Slaughter, by Russell Fielding. Photo Marco Paoluzzo