miércoles, 4 de enero de 2012

Acrobacia Aérea…Adrenalina en su mas pura expresión


Acrobacia Aérea…Adrenalina en su mas pura expresión

Por Federico Serino, Piloto Aviador

Todo empezó allá por el año 1988 cuando comenzamos a descubrir que el mundo bajo los pies no era suficiente y buscamos “darlo vuelta” y ponerlo “patas para arriba”.

Con Fernando Rampezzotti, Javier Carbonelli, el “Flaco” Salgado y yo, Federico Serino hicimos nuestro Curso de Acrobacia Aérea en el entonces naciente IAC o International Aerobatic Club.

Nuestros instructores fueron Pablo Mousten y Mario Della Rossa, excelentes pilotos que nos convirtieron en unos “acróbatas” de verdad y sobre todo, en unos fanáticos de la seguridad.

Los comienzos
Las primeras experiencias...

 Nota: Las disciplinas de acrobacia aérea y "air show" son actividades de riesgo. Se recomienda iniciar cursos con personal competente y la utilización de equipamiento homologado y actualizado.

Diploma certificando 1ª vuelo. Federico Serino, 9 de abril 1983



Fria y gris mañana en el Aeroclub de Necochea


Der. Fernando Rampezzotti, izq. Javier Carbonelli





De Izq a der: Javier, primo de Fer, Fer




Dormir... bah!! dormir???




Mañana soleada con un Comanche 250




El PA22 de "Bubby", campeón clásico




El Cessna C150 Aerobat del Aeroclub: Nunca "esnapeado"




Federico Serino preparándose a salir en el Grob 103




Grob 103, planeador de grandes performances
 La actualidad...

Hoy con Marcelo Porchetto, con su increíble Christen Eagle, salimos a "revolcarnos" con aviones de mayor cantidad de HP

Hangar BBS de Alejandro Burello, Aeropuerto de San Fernando








Otra fría mañana... 24 años despues y 10.000 hs de vuelo














 El Christen se despierta de su sueño

El Christen Eagle

Desarrollado en la década de 1970, el Christen Eagle II establece una nueva marca de excelencia en aviones de fabricación casera. Basado en el famoso Pitts Special, fue diseñado por Frank Christensen como un avión acrobático de clase ilimitada que podría ser utilizado para la competencia, la formación avanzada de acrobacia y el vuelo deportivo cross-country. Desde su introducción, más de un millar de estos increíbles biplanos hacen las delicias de pilotos profesionales y amateurs.


Motor
Lycoming AEIO-360-A 1 D, 200 hp
Peso Vacío
1050 libras
Velocidad
184 mph
Rango
350 NM
Techo de Servicio
25.000 pies










La cabina con los paracaídas
La secuencia a volar se coloca como un "machete"
Camaras en distintos puntos del biplano para filmar la acción
El cartel para verlo en posición de vuelo
El cartel para verlo en "invertido"
Federico Serino con el paracaídas
Izq. Federico Serino; der, Marcelo Porchetto
A "rizar el rizo"

Fernando Rampezzotti y su Pitts S1B en Gral. Rodriguez, EAA
Fer, concentrado,  preparando su secuencia
PITTS S1B, un "pequeño demonio"

Maniobras

Las maniobras básicas son el tonel, el rizo y la barrena o tirabuzón. Todas se efectúan en una "caja" a 3000 pies como mínimo de altura. Las categorías son: Principiante, sportman, intermedio, unlimited


Ocho Cubano



Tonel


Rizo o "Looping"

Rizo interior


Immelman



Doble Immelman


jueves, 15 de diciembre de 2011

EXPLORACION DE LA COSTA ESTE DE TIERRA DEL FUEGO


EXPLORACION DE LA COSTA  ESTE DE TIERRA DEL FUEGO

Por Federico Serino, Miembro del Explorer Club

Fecha: Mayo del 2000/ Nov 2004


Con motivo de hallarme trabajando en la Isla de Tierra del Fuego, luego de cumplidas con mis  tareas diarias dando instrucción en sistemas vehiculares y de seguridad en varias empresas de la zona, me dedicaba a  recorrer la costa entre punta el Páramo y Río Grande en busca de restos de animales interesantes para investigación.

Junto a mi amigo y colega Guillermo Álvarez, cumplíamos la rutina diaria de dirigirnos a las áreas donde les impartíamos instrucción al personal de las diferentes compañías petroleras y de servicios anexos de la zona.

Carta aeronáutica


Carta Aeronáutica CAA-4 Escala 1:1.000.000, Dirección de Tránsito Aéreo, Fuerza Aérea Argentina 1982. En rojo está el recorrido efectuado

Federico Serino, Río Grande


Vehiculos con los que se imparte instrucción (Sistema, Manejo inteligente)


Gran mayoría de Toyotas

Vista de área petrolera

Izq a der: Guillermo Álvarez, Federico Serino, Ing. Saravia

La cigüeña de extracción de crudo

Area de extracción ya sellada

Mojón fronterizo con Chile

Torre de perforación (área estéril)

Vientos patagónicos, "volar" sin despegarse del piso. Izq a der: G Alvarez, F. Serino, A. Giudici


Viejo faro de la marina cerca de Punta el Páramo


Aprovechaba también para hacer una pequeña parada de descanso en la Misión Salesiana, “Nuestra Señora de la Candelaria”, complejo educativo, cultural e histórico, fundado por la congregación religiosa de los Salesianos de Don Bosco ubicado frente al cabo Domingo, para visitar al cura del lugar: El increíble Padre José Zinc, “El cura Gaucho

Federico Serino, Padre Juan Ticó (1919-2012)

Recuerdo que el padre tenía un pequeño vehículo que manejaba en forma terrible… lamentablemente ha fallecido... el antecedente fue el otro cura Salesiano, Rdo. José Zinc fallecido en 2004 por un accidente automovilístico donde al asistir a un feligrés chocó con un camión. Me  quedó clasificarle la colección Malacológica (gasterópodos) que tiene el museo de la misión… ya lo haré en alguna oportunidad.

Colección del museo


El Museo Histórico y de Ciencias Naturales "Monseñor José Fagnano", cito en la misión, tiene una importantísima colección de antropología donde se exhiben elementos pertenecientes a las comunidades aborígenes.

El Cabo Domingo, en la Bahía de San Sebastián, hoy es un lugar sagrado para los aborígenes. Cuando excavaba en el lugar en busca de restos de cetáceos, el padre siempre me decía “…hijo, es un lugar sagrado, allí Popper arrojaba a los Onas y pagaban una libra por cada indio muerto…” En fin… historias como las miles que rodean la mística de la Isla.


El Cabo Domingo, lugar sagrado para los Onas


En el año 1881 comenzaron a llegar a Tierra del Fuego buscadores de oro, que tras algunas exploraciones lograron hallar el preciado metal en la isla. La noticia se extendió rápidamente, dando paso a una fiebre del oro que atrajo numerosos inmigrantes europeos. Entre ellos llegó un rumano, Julio Popper, que alcanzó a erigir un pequeño imperio minero, basado en cuestionados métodos, con el que casi llevó a la desaparición de los aborígenes del lugar.

Popper fue uno de los "cazadores de indios" que formaron parte de la campaña de exterminio de la población autóctona de la Patagonia. Se desconoce la cantidad de indios que habría matado, pero las pruebas apuntan a que sí intervino en las cacerías y sí tomo parte en el genocidio
En este contexto, ocurrió la masacre de la playa de San Sebastián, en noviembre de 1886, en la que el comandante Ramón Lista, al frente de un grupo de marinos, atacó una toldería Ona provocando la muerte de muchos de ellos.
La principal evidencia contra Popper son varias fotografías regaladas por él al Presidente de Argentina de entonces, Miguel Ángel Juárez Celman, que lo muestra en plena actividad de cacería. En primer plano aparece un ona tendido en el suelo, con su arco en una mano, y detrás Popper y sus hombres apuntando con sus rifles a lo que, supondríamos, son otros blancos. Popper mismo la mostró en una exposición en el Instituto Geográfico Militar, donde explicó que en el enfrentamiento murieron dos indios.

Julio Popper en sus incursiones contra los indígenas (Foto archivo histórico)


Hombres persiguiendo aborígenes (foto archivo histórico)


La cantidad de restos osteológicos de cetáceos es enorme… en los patios de las casas hay mesas hechas con vértebras de ballenas. La Bahía de San Sebastián, por su régimen de mareas, es un lugar propicio para el varamiento de cetáceos muertos que llegan desde mar abierto.

Mandíbulas de Cachalote (Physeter macrochepalus)




Restos de Orca (Orcinus orca)


Restos de Tonina overa (Cephalorhynchus commersonii)



Se catalogó mucho de los restos osteológicos que se hallaron en el lugar y se pudo comprobar, lamentablemente, que los pescadores artesanales utilizan redes de enmalle para capturar róbalos y merluzas. Aquí quedan varadas diferentes especies de cetáceos, comúnmente marsopas de anteojos (Phocoena dioptrica) y toninas overas (Cephalorhynchus commersonii). 
Realmente la depredación que se realiza sobre las especies del mar está muy lejos de ser producida por los pescadores locales. Evidentemente hay que buscarla en lo enormes buque factoría que "barren" el océano con sus redes. Ahora, si no pescan, supuestamente la población mundial no come. Entonces... quien le pone el "cascabel al gato"???

Redes agalleras perpendiculares a la costa



Hablé personalmente con los pescadores y me informaron que toda vez que encuentran un delfín atrapado lo liberan y llaman a las autoridades para avisar del rescate, lo lamentable es que a veces no tienen monedas para el teléfono público que se encuentra en el  la estación de combustible (ACA) del paso fronterizo San Sebastián… es tan difícil establecer pautas de conservación… la gente quiere colaborar, pero la infraestructura no lo permite.

Uno de los pescadores locales con un colega del Sur.

Casa de pescadores artesanales


Botes varados en la costa


Casa de pescadores artesanales



CETACEOS: SU POSICIÓN FRENTE AL NUEVO MILENIO

CETACEOS: SU POSICIÓN FRENTE AL NUEVO MILENIO

Por Federico Serino. Miembro de SOLAMAC

 

Fecha: diciembre 1995 

 

Un nuevo siglo está por comenzar, con nuevas expectativas y nuevas perspectivas. En la actualidad miles de turistas recorren el mundo buscando lugares para realizar avistajes de ballenas. Por otro lado los más pequeños disfrutan con las piruetas y malabares que realizan orcas y delfines en los oceanarios y por último están los que todavía creen que los mamíferos marinos son un recurso inagotable de los cuales podemos servirnos y utilizarlos, sin importar si ponemos a las distintas especies al borde de una extinción total. Podríamos también preguntarnos ¿para qué sirven? O ¿por qué hay que salvarlas?

Cuando hablamos de salvarlas o protegerlas no es solamente un mero capricho de un par de locos ambientalistas, hablamos de mantener y conservar el equilibrio de todo el ecosistema marino del cual las ballenas forman una parte importante; por supuesto que es necesario conservar todos los recursos que existen sobre la tierra y el mar.

En esta  última década con el gran adelanto que significó la llegada de material informativo al público en general, el tema fue instaurándose en la gente; así todo, fue bien entrado el siglo XX, cuando la cetología dejó el campo especulativo para aproximarse a la realidad. Los conocimientos que los científicos  tienen de los cetáceos todavía muestran grandes incógnitas. Hay especies que sólo se han estudiado sobre la base de ejemplares varados en muy malas condiciones y otros que sólo se han observado en muy pocas oportunidades. Tampoco se comprende como expresan su inteligencia: no podemos suponer que sean más o menos inteligentes que sus parientes humanos si es que medimos los parámetros de capacidad mental sobre la base de nuestras características. El cerebro humano pesa 1400 gramos y el de una especie de delfín, el Tursiops truncatus (el famoso Flipper), 1700. La corteza cerebral del delfín es mayor que la nuestra. Tiene el doble de circunvoluciones, y del 10 al 40% más de células nerviosas. Con estos datos podemos notar que los cetáceos pueden efectuar procesos mentales quizá más complejos que los nuestros.
La continua reducción en las poblaciones de ballenas está desencadenando alteraciones en los ecosistemas del Antártico, ya se observó que las ballenas Sei (Balaenoptera borealis) alcanzan la madurez mas pronto, al igual que las focas cangregeras (Lobodon carcinophagus) y los leones marinos de la Patagonia (Otaria flavescens). Esto implica que ha aumentado la tasa de reproducción de estos animales o que, por las matanzas, los mismos deben llegar mas prematuramente a la edad de madurez sexual. Se piensa, en el caso de las ballenas, que todos  estos cambios podrían deberse al incremento del krill (Euphausia  superba) ahora que no es comido por  los grandes consumidores: las ballenas Azules (Balaenoptera musculus)  y las ballenas Fin (Balaenoptera physalus) ya que han sido enormemente diezmadas. Esto es uno de los argumentos con los que las industrias balleneras japonesa y noruega justifican el reinicio de las capturas de especies que no tienen reducidas sus poblaciones: ej. ballena Minke (Balaenoptera acutorostrata). Otro probable ejemplo es la disminución en el tamaño de los Cachalotes (Physeter macrocephalus). En su libro The Whale (1972) Jaques Cousteau informó que en los tiempos en que fue escrito Moby Dick, la famosa novela de Herman Melville, los Cachalotes tenían frecuentemente 20 mts. de largo por los años de 1890. La disminución de talla en esta especie se debería a la extracción de los individuos mayores. Ahora... ¿qué ocurre con la estructura genética de una población si los ejemplares más grandes son exterminados? ¿Es posible que en un período relativamente corto, una selección tan intensiva podría dar lugar a  Cachalotes más pequeños?

Muchos científicos opinan que es extremadamente improbable que las especies severamente mermadas recuperen sus niveles anteriores. Aún para la ballena Franca Austral (Eubalaena australis), la tasa de aumento de aproximadamente un 7% anual es muy baja, y si a esto le agregamos que cuando abandonan las aguas jurisdiccionales Argentinas nadie las protege y que quedan a merced de los balleneros piratas que las esperan en mar abierto, podemos ver lo complicado que es efectuar medidas de conservación para estas o cualquier especie que se halle en peligro de subsistencia por efecto de la interacción con humanos.
Cada especie animal o vegetal del planeta realiza funciones únicas y específicas que están intrínsecamente relacionadas con su lugar dentro de los ecosistemas o biomasas de las cuales depende nuestra supervivencia. No sabemos como puede afectar a  nuestra existencia la falta de alguna de éstas, a corto o largo plazo. Si evaluamos que la tierra hace mas de 4.500 millones de años que esta evolucionando constantemente, y que el hombre en el corto e insignificante período de unos 6.000 años contribuyó a los grandes problemas ambientales con que ingresamos al siglo XXI, el tema es realmente muy preocupante.

Los cetáceos, como todos los organismos que viven en el mar, incluso los que nos alimentamos con los mismos peces que comen ellos, estamos expuestos a otros tipos de peligros: la contaminación de ríos y océanos. Este gravísimo problema se origina en el descontrolado vertido de basura no degradable, residuos cloacales, metales pesados, desechos nucleares, insecticidas y herbicidas utilizados para el control de plagas y malezas... en definitiva cualquier objeto que no sirva o sobre o no sepan dónde guardarlo termina en el agua. Evidentemente el gran crecimiento de la población hace que también crezcan sus desechos, pero debemos indefectiblemente controlar estos vertidos para cuidar la salud de nuestras aguas. Los cambios producidos en los ecosistemas aunque parezcan muy pequeños crean un impacto excesivo sobre las distintas especies que lo habitan. Esto es debido a la destrucción de hábitats naturales lo que eliminó al predador principal de muchas especies; como ejemplo podemos citar al mosquito que produce la malaria (Anopheles sp) o el dengue (Aedes aegypti). De allí surgió la necesidad del uso de insecticidas. A su vez los mosquitos han ido desarrollando distintos métodos de inmunización lo que ha llevado a la industria a desarrollar productos cada vez más efectivos, desde la 1ª generación de insecticidas sintéticos (organoclorados como el DDT) a principio de siglo, hasta la 5ª (reguladores de crecimiento HJ-Metropene) en el presente. Todos estos productos se filtran hacia las napas de agua y a los ríos subterráneos y en definitiva van a parar al mar, aquí son  absorbidos por algas y organismos planctónicos que son parte de la cadena alimentaria de otros animales. Los que están en el tope de esta cadena van recibiendo todos los contaminantes acumulados y en el caso de los mamíferos marinos sus sistemas inmunológicos se ven altamente dañados. Este ejemplo lo podemos trasladar a los humanos que también utilizamos los recursos del mismo mar...  Bien, seamos egoístas y por lo menos mantengamos vivos a los cetáceos para darnos una clara idea del estado de salud de los océanos,  lo cual redundará en nuestro propio bienestar.

Los preocupantes asuntos relacionados con la matanza de ballenas no son  de éstos últimos tiempos, diríamos que casi desde el inicio de las capturas se estableció que sin un efectivo control  ninguna especie podría soportar una merma tan grande en su número. En el año 1324 aproximadamente los esturiones y las ballenas fueron declarados “peces reales” por los reinos de Inglaterra, Gales e Irlanda. En 1821 los rusos expulsaron a los balleneros extranjeros del mar de Bering y en 1931 se formó la “convención para regular la caza de cetáceos”   Estas y otras medidas a lo largo del tiempo llevaron a la creación de la “Comisión Ballenera Internacional” (C.B.I.) de la que ya hemos hablado. En realidad la Comisión siempre estuvo formada por países interesados en la caza comercial y no en la conservación de los mismos, aunque realmente es el único organismo en que se pueden discutir estos temas y de donde han salido las moratorias de capturas y la creación de los “santuarios oceánicos” donde no pueden ser explotadas. Ya que La  Argentina pertenece a dicho organismo aprovechemos este recurso enviando gente idónea a las reuniones de la C.B.I., que puedan opinar  con formación, conocimientos y sin falsos eufemismos, y afrontemos que nuestras ballenas no son sólo un recurso turístico para ser observado de abril a diciembre.

 Recordemos el año 1984 cuando la reunión anual de la CBI se realizó en Buenos Aires, en ese momento el Dr. Eduardo Iglesias era reelegido como presidente de la Comisión y se acordó la moratoria de las capturas para el año siguiente. Por ese entonces se discutía si la Comisión servía para proteger a las ballenas o sólo salvarlas de su extinción comercial. O sea, que comenzamos el nuevo milenio con los mismos problemas mientras los cetáceos siguen soportando la presión de las capturas. 

En un artículo publicado en el periódico The Times, el lunes 25 de junio de 1973 se redactó una carta abierta a la CBI donde se informaba que cada 20 minutos se sacrificaba una ballena y se preguntaban si era realmente necesaria esa carnicería. Mencionaba que desde el año 1946 en que se creó la comisión, los estamentos de la misma fueron salvaguardar los grandes recursos de la naturaleza para las generaciones futuras, y que se debería dictar una moratoria para las especies mas explotadas. La única justificación que se encontraba para matar ballenas era utilizarlas como recurso proteico para personas hambrientas, pero eran pocos los países que importaban carne de ballenas para consumo humano. Mencionaba también que los controles de captura se basaban en las cifras mas optimistas de las poblaciones de ballenas, cuando el único procedimiento razonable hubiera sido la precaución.

En esos momentos la investigación se realizaba sobre los ejemplares muertos por los balleneros, pero los estudios sobre poblaciones vivas servirían para efectuar comprobaciones sobre estructuras de población y migraciones (hoy sabemos que son animales altamente sociables con complejas estructuras familiares).
Los métodos para matarlas eran calificados de bárbaros. El arpón de púas, de 73 Kg, explotaba dentro de ellas matándolas en un período que oscilaba de una a tres horas.
Como corolario, el artículo hacía referencia a que el hombre no tuviera ya la necesidad de seguir matando ballenas, y que en nombre de la dignidad humana se debería detener la matanza, por lo menos hasta que se probara que los productos derivados de las ballenas fueran esenciales para la supervivencia humana, o que se inventara una técnica de captura humanitaria.

Esta carta fue firmada entre otros por el Príncipe Bernardo de Holanda, el Duque de Edimburgo, altas personalidades de organismos conservacionistas de la época y por el famoso Comandante Jacques Ives Cousteau por entonces miembro de la asociación Amigos de la Tierra. 
Quizá el mundo pueda seguir adelante sin los cetáceos; quizá no, pero no es el tipo de cosas que uno quisiera conocer empíricamente. Si después de haber matado a todos los cetáceos nos damos cuenta que el  planeta no funciona bien sin ellos ya será demasiado tarde, porque no podremos crearlos de nuevo.


BIBLIOGRAFIA Y FUENTES
Salvad las ballenas, Asociación Amigos de la Tierra
Cursos y Conferencias dictadas en el Museo Arg. de Ciencias Naturales
AGRADECIMIENTOS
A  Hugo P. Castello, del dpto. de mamíferos marinos del MACN,  por la revisión del texto